Normalmente se utiliza la denominación "torniquete" cuando este es muy grande (aperturas entre 450 y 1200 mm o más). Suelen tener la guía en forma de T para obtener más resistencia.
El nombre "sargento" o "gato" se suele utilizar para herramientas más pequeñas (0 a 450 mm).
Existen muchos tipos de sargentos entre los que podemos destacar para el bricolaje los siguientes:
SARGENTO CLÁSICO O COMÚN
En el sargento común las mandíbulas y la guía forman una sola pieza (cuerpo). Es decir, consiste en una U generalmente de acero forjado en la que en uno de sus extremos se coloca un husillo para presionar las piezas contra el otro extremo. Los hay de muy diversos tamaños y profundidades.
En los sargentos de apriete rápido una mandíbula es ajustable (normalmente la que lleva el husillo), lo que permite fijar las piezas con gran rapidez. Es el más utilizado por su versatilidad y es muy útil cuando se necesita rapidez en la fijación (uniones encoladas, por ejemplo). Los hay también de muchos tamaños. En el de la imagen la mandíbula ajustable queda fija por apuntalamiento sobre la guía.
Son una versión moderna de los sargentos de apriete rápido y están diseñados para utilizarlos con una sola mano, lo cual es una ventaja importante. Se basan en un mecanismo de cremallera que proporciona que el apriete se haga presionando y soltando sucesivamente la palanca que lleva en la mandíbula móvil. Lleva otro gatillo que libera la presión. Esta complejidad del mecanismo hace que su precio sea alto y por tanto esté menos extendido su uso.
Llevan una leva en la mandíbula ajustable que al girarla ejerce la presión sobre la pieza. Suelen ser de madera con las mandíbulas forradas de corcho por lo que son muy indicados para maderas blandas y/o delicadas. La presión que ejercen las mandíbulas es ligeramente inferior a la de los tornillos anteriores.
Es un sargento clásico al que se le ha colocado otro utensilio perpendicular. Se utilizan para aplacar molduras (cubrecantos) en el canto de los tableros. Son especialmente útiles cuando se quiere poner un cubrecanto a un tablero curvo, ya que en este caso no vale ningún sargento normal. Si se abre el husillo perpendicular se puede utilizar como un sargento común. El de la foto tiene 3 husillos, pero los hay también con solo 2 husillos perpendiculares.
El sargento de ingletes es prácticamente imprescindible para encolar o trabajar dos piezas a inglete. Consiste básicamente en 2 mordazas unidas perpendicularmente, con lo que cada cual sujeta a una de las molduras o listones del inglete a un ángulo de 90º respecto del otro.